Florística y relación histórica en seis localidades occidentales de México, aplicando múltiples Análisis de Parsimonia de Endemismos (PAE) a plantas vasculares

Abstract

México es un país megadiverso. Su territorio alberga 23,003 especies de plantas vasculares, de las cuales 21, 841 son angiospermas, 148 son gimnospermas y 1,014 son pteridofitas. La provincia biogeográfica del Eje Volcánico Transmexicano, es un conjunto de mesetas escalonadas y volcanes de diferentes edades alineados sobre una franja que cruza el territorio mexicano de este a oeste alrededor del paralelo 19º N. En esta franja, el bosque de pino y encino es el tipo de vegetación dominante ,crece entre los 1000 y 4000 m de elevación y exhibe una alta diversidad biótica. Debido a la perturbación humana, el bosque presenta un patrón fragmentado, similar a un archipiélago, que los hace apropiados para la aplicación de un análisis vicariante. El objetivo de este trabajo es generar una hipótesis sobre la relación actual e histórica de seis áreas con bosque de pino y encino principalmente, incluidos el Parque Nacional Volcán y Nevado de Colima (PNVNC), el Volcán de Tequila (VT), el Volcán El Ceboruco (VEC), el Cerro Viejo (CV), el Área de Protección de Flora y Fauna La Primavera (APFFLP) y la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán (RBSM). Se realizó una revisión exhaustiva de literatura y bases de datos de las seis áreas. Se obtuvo una base de datos para cada localidad que en total suman 4,581 registros, de los cuales se generaron ocho matrices diferentes de áreas x especies y/o géneros a la presencia/ausencia de 2,108 especies agrupadas en 751 géneros y 163 familias de plantas vasculares. A esta matriz se aplicaron seis Análisis de Parsimonia de Endemismos (PAE) y dos Análisis Cladísticos de Distribución y Endemismos (CADE). Los cladogramas obtenidos de estos análisis arrojaron una relación homogénea entre las formaciones, resultando la RBSM estrechamente relacionada con el CV. Con el fin de postular hipótesis más atrevidas y sustentadas se analizaron también las familias y grupos más representativos de la flora. En conclusión el Eje Volcánico Transmexicano no es una unidad biogeográfica natural, su estrecha y compleja relación con otras provincias promueven esta idea. Debido al complejo origen y desarrollo geológico y biológico, las formaciones volcánicas estudiadas aquí, exhiben diversos patrones de relación histórica.