A través de múltiples estudios se ha demostrado que existen diferencias sexuales en el procesamiento cognitivo y emocional. Se ha observado que hombres y mujeres emplean estrategias distintas de procesamiento para llegar a la misma meta. En la vida cotidiana estamos expuestos a estímulos con valencia emocional que tienen la capacidad de atraer nuestra atención con gran facilidad dada su relevancia biológica, de tal manera que pueden influir en la toma de decisiones y la regulación de la conducta, estas influencias emocionales emergen de un circuito emocional bottom-up. En función de regular la conducta de manera adaptativa es necesario ejercer un control voluntario y flexible a través de un circuito cognitivo top-down, el cual puede ser evaluado a través de la tarea antisácada, la cual implica la supresión voluntaria de sácadas reflejas orientadas hacia un estímulo en el campo visual periférico.
El objetivo del presente estudio fue evaluar diferencias sexuales en la inhibición de sácadas reflejas ante rostros con distinta valencia emocional en función de evidenciar un efecto en la actividad cerebral reflejado en la amplitud del componente presacádico (CPS) de los PREs.
En el presente estudio participaron 30 adultos (15 hombres y 15 mujeres), los cuales respondieron una tarea antisácada ante expresiones faciales neutras y de enojo, mientras se registró su actividad eléctrica cerebral. Se analizó la señal previa al movimiento sácadico en función de obtener el CPS en los ensayos prosácada y antisácada en las regiones frontales AF3, AF4, F3 y F4.
No se observaron diferencias sexuales significativas en el número de respuestas correctas en los ensayos prosácada y antisácada, ni en función de las distintas expresiones faciales, sin embargo, en las mujeres existe una tendencia a tener mayores errores de inhibición cuando se presenta la cara de enojo ante la condición de no-sácada. La interacción entre sexo X condición X región mostró que las mujeres tuvieron una mayor amplitud del CPS en los ensayos prosácada y antisácada ante expresiones de enojo. Además, únicamente las mujeres mostraron mayor amplitud de este componente ante las caras de enojo que las neutras.
Los resultados sugieren que existen diferencias sexuales en los mecanismos de control cognitivo “top-down” sobre las influencias emocionales bottom-up. Es posible que en las mujeres las expresiones faciales emocionales, particularmente la de enojo, tengan un mayor impacto, como se ha referido también en otros trabajos, sin embargo logran efectuar un control inhibitorio voluntario tan eficiente como el de los hombres.
Multiple date have demonstrated sex differences in the cognitive and emotional processing. It has been shown that men and women use different processing strategies in order to achieve the same goal. In daily life we are exposed to stimuli with emotional valence that have the capacity of attract our attention easily because of their biological relevance, in this way they can influence in decision making and behavior regulation, these emotional influences emerge from and bottom-up emotional network. In order to regulate our behavior in an adaptive way it is necessary to exert a voluntary and flexible control trough a top-down cognitive network, which can be assessed by the antisaccade task that consists in the voluntary suppression of reflex saccades oriented to and stimulus in the peripheral visual field.
The objective of the present study was to assess sex differences in the inhibition of reflex saccades to faces with distinct emotional valence in order to show an effect in the acivity of the brain reflected in the amplitude of the presaccadic component (CPS) of the ERPs.
In this study participated 30 adults (15 men and 15 women), that responded an antisaccade task to faces with neutral expression and anger expression, while the EEG were recorded. The brain signal was analyzed previous to the saccadic
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movement in order to obtain the CPS in the prosaccade and antisaccade trials in frontal regions AF3, AF4, F3 y F4.
We did not observe sex differences in the number of correct responses in prosaccade and antisaccade trials, neither in the distinct facial expressions, neverthless, women showed a tendency in which they had more inhibition errors to angry faces in the no saccade trials. The interaction between sex x condition x region suggests that women had higher amplitude of the CPS en prosaccade and antisaccade trials to angry faces. In adittion, only women showed higher amplitude of the CPS to angry faces than neutral faces.
Our results suggest that sex differences exist in the mechanisms of top-down cognitive control above influences of the bottom-up emotional network. It is possible that in women, particularly angry faces have a larger impact as it has been referred in several date, nevertheless they achieve an efficient voluntary inhibitory control as men do.